Construir un hospital en una de las regiones más recónditas del Congo, donde no existe la sanidad pública y miles de personas mueren por no tener acceso a tratamiento, no fue tarea fácil. Pero nosotros tuvimos un sueño: conseguir poner en funcionamiento un hospital, que sirviera de referencia para toda la región y que fuera un rayo de luz y esperanza en la precaria situación de la sanidad congoleña.

En un país en el que no se invierte en sanidad, nos encontramos con centros desabastecidos, sin medios materiales ni profesionales, con un personal poco cualificado, sin un mínimo de conocimientos en cuestiones de higiene básicas. Actualmente, en la región de Ngandanjika, hay una media de 105.752 personas por médico.

Juntos, con tu ayuda, trabajamos para que este centro hospitalario sea autosostenible, y tenga la capacidad y dotación suficiente para no dejar a nadie fuera del acceso a la sanidad y a la salud. Un centro donde todos puedan ser atendidos,  diagnosticados y tratados para conseguir, no sólo reducir la mortalidad en la zona, sino garantizar una calidad de vida a la población. Abordaremos campañas de vacunación, y campañas de formación y sensibilización de los habitantes, porque el simple gesto de lavarse las manos puede salvarles de infecciones y enfermedades que más tarde se pueden complicar sin solución.

¿Te unes a nosotros?